EMDR - Qué es y cómo funciona

En este artículo, explicaremos en detalle qué es el abordaje EMDR, cómo funciona y por qué se ha convertido en una opción terapéutica tan valiosa para quienes buscan mejorar su bienestar psicológico.
EMDR: ¿Qué es?
La Terapia EMDR es un enfoque integrativo en el ámbito de la salud mental, diseñado, principalmente, para ayudar a las personas a procesar y superar experiencias traumáticas. Por sus siglas en inglés, Eye Movement Desensitization and Reprocessing, en español se traduce como desensibilización y reprocesamiento a través de movimientos oculares o DRMO.
Creada en los años 80 por Francine Shapiro, esta terapia ha revolucionado la forma en que los profesionales de la psicología abordamos los efectos del trauma, ofreciendo resultados significativos en una amplia gama de problemas emocionales y psicológicos.
Aunque su nombre puede parecer técnico y complejo, la terapia EMDR es sorprendentemente accesible. Su eficacia ha sido avalada y elegida como terapia de primera elección en trauma por organizaciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Estadounidense de Psicología (APA).
Desde mi experiencia como psicóloga sanitaria y terapeuta de parejas, familias y niños con EMDR en Valencia, sólo puedo decir que es garantía de éxito entre mis pacientes y, por ese motivo, quiero compartirla contigo.
Como te adelantaba en la introducción, en este artículo te contaré cómo funciona, hablaremos de sus beneficios y de por qué ha ganado tanta popularidad como tratamiento para el trauma.
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El origen de EMDR
Francine Shapiro, psicóloga estadounidense, realizó un descubrimiento aparentemente casual que cambiaría el rumbo de la psicoterapia. En 1987, mientras caminaba por un parque, notó que mover los ojos de un lado a otro parecía disminuir la intensidad de pensamientos perturbadores. Intrigada, comenzó a investigar cómo esta técnica podía ser utilizada de manera sistemática en un contexto clínico.
El estudio derivó en la creación de un protocolo estructurado y estandarizado que combina movimientos oculares con principios terapéuticos de distintos enfoques psicoterapéuticos.
En particular, integra elementos de la terapia cognitivo-conductual (TCC) junto con otros modelos psicológicos dentro de un marco unificado.
Esta terapia se define por su carácter integrador, ya que abarca técnicas y conceptos de diversas corrientes psicoterapéuticas, como el psicoanálisis, la terapia cognitivo-conductual, la psicoterapia humanista y fenomenológica, así como las terapias de tercera generación, con el propósito de potenciar la intervención clínica mediante el uso complementario de estos enfoques. A su vez es compatible con otros enfoques como la Terapia sistémica, muy utilizado en traumas complejos, relacionales (como el bullying) y casos de negligencias parentales (como abusos, alineación parental o parentalización).
En su primer artículo publicado en 1989, proporcionó evidencia de la efectividad del abordaje EMDR en el tratamiento de la sintomatología TEPT, particularmente en voluntarios y excombatientes del conflicto bélico de Vietnam.
Desde entonces, la terapia EMDR ha evolucionado y se ha perfeccionado a través de constantes investigaciones y la práctica clínica basada en la evidencia.
Hoy en día, se considera una de las terapias más efectivas para el tratamiento de trastornos relacionados con el trauma, incluidos el trastorno de estrés postraumático (TEPT), fobias, depresión, ansiedad, etc.
Fases de EMDR
De acuerdo a Shapiro, el abordaje EMDR se organiza en ocho fases de intervención y en tres vertientes (pasado, presente y futuro), cada una con un propósito específico para abordar y procesar recuerdos traumáticos.
A continuación, te describo brevemente cada una de estas etapas:
- Fase 1: Historia, planificación y objetivos. Analizar el historial del paciente para determinar los recuerdos traumáticos que se abordarán.
- Fase 2: Preparación del paciente. Establecer una relación terapéutica segura.
- Fase 3: Evaluación. Identificar y evaluar el recuerdo traumático específico que será procesado.
- Fase 4: Desensibilización. Reducir la intensidad emocional del recuerdo traumático mediante estimulación bilateral (como estimulación auditiva, abrazo de mariposa o tapping) mientras el paciente se concentra en el recuerdo traumático.
- Fase 5: Instalación. Fortalecer creencias positivas para reemplazar las creencias negativas relacionadas con el trauma.
- Fase 6: Escaneo corporal. Asegurar que se eliminen las tensiones o sensaciones físicas negativas asociadas al recuerdo traumático.
- Fase 7: Cierre. Utilizar técnicas de cierre para estabilizar al paciente con el objetivo de que se sienta regulado emocionalmente al final de la sesión.
- Fase 8: Reevaluación. Evaluar el progreso y planificar las siguientes sesiones.
Estas fases aseguran que sea un protocolo EMDR estructurado y seguro, y permiten al paciente procesar y superar recuerdos traumáticos de manera efectiva.
Veamos ahora cómo el abordaje EMDR abarca pasado, presente y futuro, de manera secuencial:
- Pasado (eventos que originaron el problema).
- Presente (disparadores que activan, mantienen y aumentan los síntomas).
- Protocolo de futuro (recursos y habilidades que se desean obtener conductualmente).
Terapia EMDR: ¿Cómo funciona?
El abordaje EMDR ofrece un enfoque terapéutico individualizado y centrado en el reprocesamiento adaptativo del trauma específico.
El principio fundamental de EMDR radica en que los recuerdos traumáticos, cuando no se procesan adecuadamente, pueden quedar encapsulados en el cerebro.
Esto significa que no sólo permanecen en la memoria, sino que también continúan generando respuestas emocionales intensas como si el evento estuviera ocurriendo en el presente.
El cerebro busca reprocesar esa información una y otra vez, a través de distintas situaciones que van apareciendo en la vida de la persona, aunque no estén directamente relacionadas con el evento pasado; intentado solucionar ese recuerdo que no ha quedado digerido emocionalmente. Estas memorias atrapadas pueden manifestarse entre otros, en forma de flashbacks, pesadillas, ansiedad o síntomas físicos.
El abordaje EMDR utiliza un proceso de estimulación bilateral, que puede lograrse a través de movimientos oculares guiados, sonidos alternos o toques suaves como el "abrazo de mariposa".
Durante la terapia, el paciente se enfoca en un recuerdo traumático mientras su terapeuta guía la estimulación bilateral. Este proceso parece activar los sistemas naturales de procesamiento del cerebro, ayudando a reorganizar la memoria traumática y reduciendo su carga emocional.
En esencia, el cerebro reprocesa lo vivido promoviendo la neuroplasticidad, facilitando de manera activa conexiones neuronales que ayudan a la reinterpretación de lo sucedido de manera más amable y adaptativa.
Te dejo un vídeo muy aclarativo sobre cómo funciona la terapia EMDR.
https://www.youtube.com/watch?v=FjBbvLGTuDE
Cómo EMDR ayuda a desbloquear memorias traumáticas
Cuando vivimos un evento traumático, el cerebro puede almacenar la experiencia de forma desorganizada en el sistema nervioso. Esto puede causar flashbacks, ansiedad y respuestas emocionales intensas al enfrentarnos a estímulos relacionados con el trauma.
Como te he adelantado, la terapia EMDR utiliza estimulación bilateral (como movimientos oculares, sonidos o tapping) para activar ambos hemisferios cerebrales, lo que facilita el reprocesamiento de esas memorias. Este proceso permite:
- Reorganizar el recuerdo: El cerebro integra la experiencia traumática de manera más adaptativa, reduciendo su carga emocional.
- Disminuir la reactividad emocional: Los estímulos que antes desencadenaban respuestas intensas, dejan de hacerlo, permitiendo una mayor tranquilidad ante situaciones similares.
- Fortalecer recursos internos: Al desbloquear memorias traumáticas, EMDR ayuda a construir confianza y resiliencia, mejorando la regulación emocional.
Como resultado, el paciente puede recordar el evento sin experimentar el dolor y la intensidad emocional asociados, logrando avanzar hacia una mayor sensación de bienestar.
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Aplicaciones y beneficios de EMDR
Aunque EMDR se desarrolló inicialmente para tratar el TEPT (Trastorno de Estrés Postraumático), su eficacia se ha demostrado en una amplia variedad de problemas emocionales y psicológicos. Entre sus aplicaciones más comunes se encuentran:
- La Terapia de Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares (EMDR) también ha demostrado ser altamente efectiva en el tratamiento del trauma simple, caracterizado por eventos únicos y claramente delimitados en el tiempo, como accidentes, agresiones o desastres naturales. A través de la estimulación bilateral y el acceso dirigido a la memoria traumática, EMDR facilita el procesamiento adaptativo de la experiencia, reduciendo la carga emocional y la reactividad fisiológica asociada al recuerdo.
- Estudios clínicos han evidenciado que EMDR puede disminuir significativamente los síntomas de ansiedad, miedo y disociación relacionados con el evento traumático, al permitir que la información traumática se integre de manera más funcional en la memoria autobiográfica. De esta manera, se promueve la reestructuración cognitiva y la recuperación emocional, facilitando la extinción de respuestas desadaptativas y favoreciendo el bienestar psicológico a largo plazo.
- Trauma complejo: EMDR ha demostrado ser una intervención eficaz en el tratamiento del trauma complejo. Además, EMDR ha mostrado beneficios en la intervención de problemas de apego, especialmente en personas que han experimentado negligencia o relaciones tempranas disfuncionales. Al abordar recuerdos traumáticos relacionados con la vinculación afectiva, esta terapia ayuda a reestructurar creencias negativas sobre el yo y las relaciones interpersonales, favoreciendo una mayor seguridad emocional y la capacidad de establecer vínculos más saludables.
- Ansiedad y ataques de pánico: EMDR ayuda a identificar y reprocesar los desencadenantes subyacentes que alimentan la ansiedad.
- Fobias: Muchas fobias están relacionadas con experiencias traumáticas pasadas, y la terapia EMDR puede abordar estas raíces.
- Duelo complicado: Permite a las personas procesar la pérdida de manera más saludable.
- Depresión: Ayuda a superar creencias negativas arraigadas asociadas con el trauma.
- Problemas de autoestima: Reprocesa recuerdos que alimentan la autocrítica y promueve creencias más adaptativas, recursos y fortalezas humanas.
- Adicciones: Puede abordar los traumas subyacentes que contribuyen al uso de sustancias o comportamientos compulsivos.
- TCA: EMDR puede ser una herramienta eficaz en el tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), al abordar experiencias traumáticas y creencias disfuncionales relacionadas con la autoimagen, el control y la alimentación. De hecho, muchos pacientes con TCA además de rasgos de personalidad predisponentes, presentan problemas relacionales subyacentes, como problemas de apego, experiencias de rechazo o dinámicas familiares disfuncionales y negligentes, que influyen en su sintomatología.
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Una de las principales ventajas de la terapia EMDR es que puede ser más rápida que las tradicionales. En lugar de pasar meses explorando un evento traumático en detalle, muchas personas experimentan mejoría en tan solo unas pocas sesiones.
Además, el enfoque no requiere que el paciente hable extensamente sobre el evento traumático, lo que lo hace más accesible para quienes se sienten incómodos compartiendo detalles dolorosos de alta intensidad emocional.
Otro beneficio significativo es que, además de procesar el trauma, EMDR ayuda a construir recursos internos como las fortalezas humanas, la resiliencia, seguridad, la confianza en uno mismo y los demás y afrontamiento de situaciones difíciles.
Esto permite a los pacientes no sólo sanar, sino también desarrollar herramientas y estrategias de afrontamiento para manejar futuros desafíos devolviendo la seguridad a la hora de lograr objetivos.
Pero veámoslo en el siguiente apartado de forma más detallada.
EMDR como regulador emocional
Tal y como te adelantaba, además de su eficacia en el tratamiento de eventos traumáticos, la terapia EMDR es una herramienta poderosa para la regulación emocional.
Las experiencias traumáticas no procesadas pueden interferir en nuestra capacidad de gestionar emociones, causando respuestas desproporcionadas como ansiedad, ira o bloqueo emocional ante determinadas situaciones.
EMDR no sólo ayuda a sanar el trauma, sino que también permite restablecer el equilibrio emocional de forma adaptativa de la siguiente manera:
- Procesamiento de recuerdos bloqueados: Las experiencias traumáticas no resueltas permanecen atascadas en el cerebro, generando reacciones emocionales automáticas. EMDR reprocesa estos recuerdos, reduciendo su impacto emocional.
- Fortalecimiento de recursos internos: Durante la terapia, se trabaja en la construcción de recursos emocionales, como la confianza, la calma y la resiliencia. Esto prepara al paciente para afrontar mejor el estrés diario.
- Disminución de la activación emocional: EMDR actúa sobre determinadas áreas del cerebro, como la amígdala, ayudando a reducir respuestas emocionales intensas y reacciones desadaptativas frente a estímulos relacionados con el trauma.
- Conexión entre mente y cuerpo: El enfoque integrado de EMDR permite al paciente identificar y gestionar las sensaciones físicas que acompañan a las emociones, promoviendo una mayor autoconciencia y control emocional.
Entre los beneficios de EMDR en la regulación emocional encontramos:
- Reducción de la ansiedad y el estrés.
- Mejora en la tolerancia a la frustración y la resolución de conflictos.
- Incremento de la autoestima y confianza personal.
- Mayor capacidad para responder de forma serena ante situaciones desafiantes.
- Mayor conexión emocional, tanto para atender, discriminar y regular las emociones propias y ajenas.
Es útil en casos de ansiedad generalizada, problemas de ira, control de impulsos o dificultades para manejar emociones intensas.
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Respaldo científico y neurobiología del trauma
EMDR ha sido reconocido a nivel mundial por diversas guías clínicas y entidades internacionales basadas en la evidencia científica. Algunas de las principales organizaciones que avalan su eficacia incluyen:
- Organización Mundial de la Salud (OMS, 2013): Recomienda EMDR como una de las terapias de primera línea para el tratamiento del trastorno de estrés postraumático (TEPT).
- Asociación Americana de Psicología (APA, 2017): Incluye EMDR en sus guías como un tratamiento eficaz para el TEPT, basado en múltiples estudios controlados aleatorizados.
- Departamento de Asuntos de los Veteranos de EE.UU. y Departamento de Defensa (VA/DoD, 2017): Reconocen EMDR como una terapia altamente recomendada para veteranos y militares con trauma.
- Instituto Nacional para la Excelencia en Salud y Atención (NICE, Reino Unido, 2018): Recomienda EMDR como una opción terapéutica para adultos con TEPT.
- Sociedad Internacional para Estudios del Estrés Traumático (ISTSS, 2018): Destaca EMDR como una intervención basada en la evidencia para el tratamiento del trauma.
- Organización Panamericana de la Salud (OPS, 2019): Apoya el uso de EMDR como un tratamiento validado para el trauma psicológico.
Estos reconocimientos reflejan el respaldo científico y clínico que ha obtenido EMDR en el tratamiento del trauma y otras afecciones psicológicas.
De acuerdo a diversos estudios, se comprobó la alta efectividad del abordaje de EMDR en pacientes diagnosticados con TEPT, puesto que las muestras que recibieron EMDR experimentaron disminución en su sintomatología, redujeron síntomas intrusivos, de hiperactividad, evitación, extinción del miedo y aumento del procesamiento de las emociones y la memoria.
Numerosos estudios también han demostrado que esta terapia es tan eficaz como la terapia cognitivo-conductual, pero en muchos casos requiere menos sesiones para lograr resultados similares.
Este hecho la convierte en una opción atractiva tanto para pacientes como para terapeutas.
Desde una perspectiva neurobiológica, el trauma afecta significativamente el cerebro, particularmente en áreas como la amígdala (que regula las respuestas emocionales), el hipocampo (responsable de la memoria) y la corteza prefrontal (involucrada en la toma de decisiones).
Cuando se experimenta un evento traumático, el cerebro puede quedar en un estado de hipervigilancia, lo que dificulta el procesamiento normal tanto de la atención como de la memoria.
EMDR parece ayudar a restablecer este equilibrio al activar mecanismos similares a los que ocurren durante el sueño REM, una fase clave para el procesamiento de la memoria, lo cual permite que los recuerdos traumáticos se integren de manera más saludable, reduciendo su impacto emocional y promoviendo una mayor claridad mental.
¿Qué esperar durante una sesión de EMDR?
Para muchas personas, la idea de comenzar una nueva forma de terapia puede generar incertidumbre o nerviosismo. Sin embargo, el proceso de EMDR está diseñado para ser seguro y comprensible tanto en terapia con adultos como en terapia infantil con procedimientos adaptados.
Durante las sesiones, el terapeuta explica cada paso del tratamiento y trabaja para crear un ambiente de apoyo donde el paciente se sienta cómodo.
Quiero destacar que la atención se centra en los pensamientos, emociones y sensaciones físicas asociadas con el recuerdo.
Este hecho implica que la terapia sea más accesible, especialmente para quienes encuentran difícil hablar sobre sus experiencias con una amplia y extensa narrativa, y para las personas de más corta edad (aunque con menores siempre realizo adaptaciones a la etapa evolutiva y en función de sus necesidades).
Es común que los pacientes experimenten emociones intensas durante las sesiones, por ello es importante que los terapeutas estemos capacitados para manejar estas respuestas emocionales.
A lo largo del tiempo, he observado que un alto porcentaje de pacientes experimenta una notable sensación de alivio, procesamiento emocional y una mayor comprensión de situaciones previamente percibidas como complejas y muy dolorosas, muchas veces desapareciendo los recuerdos e imágenes intrusivas que antes se repetían de manera recurrente.
Estas experiencias, tras la intervención terapéutica, se transforman en recuerdos con una carga emocional más neutra, lo que permite a la persona recuperar su sensación de autonomía y bienestar emocional.
Como resultado, los pacientes reportan una mayor seguridad interna y una calma previamente olvidada o desconocida, incluso en casos donde la sintomatología había persistido durante años.
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¿Para quién es la terapia EMDR?
Aunque EMDR es una terapia altamente eficaz en todas las edades es importante adaptarla en algunos casos, por ejemplo, para quienes sufren trastornos disociativos graves o presentan ciertas condiciones médicas que afectan a la capacidad de atención sostenida.
Por esta razón, es fundamental trabajar con psicólogos especialistas y terapeutas con certificación en EMDR que puedan evaluar las necesidades específicas de cada paciente en cada contexto.
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Mitos y realidades sobre la terapia EMDR
Antes de terminar, me gustaría aclarar, de forma muy breve, algunos mitos que se han ido creando alrededor de EMDR.
- Mito 1. "Sólo es mover los ojos"
Realidad: Es un enfoque terapéutico completo que incluye protocolos específicos para procesar recuerdos traumáticos. - Mito 2. "Sólo funciona para el TEPT"
Realidad: Además del TEPT, tiene reconocida evidencia científica en casos de ansiedad, fobias, depresión, TCA, adicciones y más trastornos de salud mental. - Mito 3. "Es experimental"
Realidad: Tiene más de 30 años de investigación y está avalado por la OMS y recomendado por las principales guías internacionales como la guía NICE. - Mito 4. "Es una solución rápida"
Realidad: Aunque puede ser más eficiente que otras terapias, requiere compromiso y tiempo como cualquier proceso terapéutico. - Mito 5. "Revivirás el trauma y no lo vas a poder sostener"
Realidad: No se trabaja a través de una narrativa extensa, en la fase de reprocesamiento, aunque sí se detalla la experiencia vivida enmarcada en un evento concreto. Trabajamos con el recuerdo y la peor imagen entre otros elementos del proceso terapéutico. - Mito 6. "No tiene base científica"
Realidad: Está respaldado por múltiples estudios psicológicos basados en la evidencia que demuestran su eficacia y beneficios neurobiológicos además de ser terapia de primera elección según la OMS para TEPT entre otros. - Mito 7. "Cualquiera puede aplicarlo"
Realidad: Sólo psicólogos sanitarios y psicoterapeutas certificados en EMDR pueden utilizar este abordaje terapéutico. - Mito 8. "Es hipnosis"
Realidad: El paciente está completamente consciente y en control durante su proceso de terapia. - Mito 9. "Es una moda pasajera"
Realidad: Es un abordaje terapéutico, completo, consolidado y ampliamente utilizado en el tratamiento del trauma.
Conclusión
La terapia EMDR ha revolucionado la forma en que comprendemos y tratamos el trauma, ofreciendo un enfoque integrativo, seguro y científicamente validado. Su capacidad para aliviar el sufrimiento emocional de manera rápida y efectiva, junto con su sólida base empírica, la convierte en una herramienta invaluable para quienes desean sanar heridas del pasado y fortalecer sus recursos emocionales.
Si has atravesado una experiencia traumática o sientes que tus emociones te están limitando, explorar la terapia EMDR puede ser un camino hacia la recuperación.
Trabajar con un terapeuta especializado no sólo te ayudará a procesar recuerdos difíciles, sino que también te permitirá reconstruir una vida más plena y equilibrada.
Buscar ayuda no es un signo de debilidad, sino un acto de valentía. Dar el primer paso hacia tu bienestar psicológico es el inicio de una transformación profunda y significativa.
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